LíbanoSelección de la Familia 2019
Este vino procede de la selección de lo mejor de nuestra viña Escarza, y solo en año excepcionales. Nuestras viñas se encuentran en la ladera sur de los montes Obarenes, en terreno arcillo calcáreo, entre 500 y 700 metros de altitud y con orientación norte-sur. Están plantadas en espaldera, con una densidad de plantación de 3.200 cepas por hectárea y en secano.
Se realizan muchos trabajos en verde, como desnietar, espergurar, dehojar, y quitar uva, buscando siempre la máxima exposición al viento y al sol, la mejora del microclima a nivel del racimo y ajustar la producción a la calidad exigida.
Vendimia a mano en cajas de 20 kg. Y con selección manual en mesa, para conseguir la máxima calidad.
En un proceso paciente y meticuloso, la fermentación alcohólica se despliega durante 12 días, mientras la maceración con los hollejos se extiende por 17 días, impregnando cada gota con su esencia. La temperatura, celosamente controlada, no supera los 22º, asegurando una armonía perfecta.
Con movimientos suaves y remontados delicados, junto a bazuqueos manuales ajustados a las necesidades diarias, el mosto evoluciona lentamente. Luego, como en un ritual, es transferido a barricas nuevas de roble francés, donde la fermentación maloláctica encuentra su hogar.
Durante seis meses, cada dos días, se realizan batonages, envolviendo el vino en un abrazo constante hasta que la fermentación concluye, entregando un vino de carácter y alma inigualable.
La Crianza se realizó durante 18 meses en barricas de Roble Frances, de los cuales 8 meses fueron en barricas nuevas, 5 meses en barricas de 1 año y 5 meses más en barricas de 2 años. Se realiza una selección de barricas de forma individual para posterior reposo en depósito durante 6 meses, donde termina la estabilización natural por decantación. Finalizada esta comienza su reposo en botella durante un mínimo de 15 meses.
Este graciano es de color rubí intenso muy cubierto, una nariz muy expresiva, fina y elegante. Fruta negra madura, hierbas aromáticas y menta, bien integradas con las notas de madera, ahumados y minerales. Potente, muy bien equilibrada la acidez con el grado, con taninos sedosos y un largo final en boca. Un vino muy elegante y con un punto “salvaje”.
La familia Líbano se enorgullece de presentar este Graciano como una expresión de su compromiso con la calidad y la exclusividad. Producido en cantidades muy limitadas, este vino es un tributo a la tradición vitivinícola y a la innovación, destinado a ser valorado por los paladares más exigentes.
Graciano 100%